Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
11 octubre 2010 1 11 /10 /octubre /2010 00:00
FRmaria El Salvador
 
Segunda semana
 
Descubrimiento de la amistad.
 
Es posible que nunca nos hallamos interesado por determinados detalles acerca de la vida de María. No me refiero a qué comía o a cómo vestía, sino a otros datos de mayor importancia. Por ejemplo, ¿tuvo la Virgen amigas y amigos? ¿cómo eran sus juegos? ¿qué hacía en su tiempo libre? ¿la tuvo que regañar alguna vez su madre, Santa Ana, por llegar tarde a casa?.
 
Estas y otras cuestiones semejantes podrán parecerle a alguno fruto de una curiosidad irrelevante. No estoy de acuerdo con quien así piense. Para mí, y confío que para la mayoría de los católicos, María no es sólo alguien a quien pedir ayuda en momentos de apuro, sino también alguien de quien aprender, alguien que representa un modelo de comportamiento que merece ser imitado y, para ello, tiene que ser conocido. El hecho de que sepamos tan pocas cosas acerca de la vida de la Virgen -y no muchas más sobre la llamada “vida oculta” del mismo Jesús- deja en la oscuridad aspectos importantísimos de la vida, aspectos cotidianos que a todos nos afectan.
 
Sin embargo, aunque no podamos acceder a ningún dato revelado sobre estos temas, sí podemos deducir algo sobre ellos, basándonos en los datos que conocemos. Por ejemplo, podemos afirmar que Jesús debió tener amigos en Nazaret, a tenor de la facilidad que tenía para captar simpatías entre gentes desconocidas. Y si eso le sucedió al Hijo, no menos debió ocurrirle a la Madre, de la cual aprendería él tantas cosas de índole humano.
 
Por lo tanto, no creo que sea exagerado afirmar que María fue una muchachita sociable, capaz de ser fiel a sus amigos y capaz también de compartir con ellos las inquietudes personales. Este punto de la amistad, relacionado con el de los valores humanos de que hemos hablado antes, es fundamental para poseer una imagen completa de Nuestra Señora que nos ayude a imitarla mejor y a quererla más. No es lo mismo tener como modelo a una persona huraña que a una persona capaz de sonreír y de escuchar. No es igual imitar a alguien que es capaz de arriesgar para ayudar a un amigo que a alguien que sólo piensa en la utilidad que le puede aportar una relación. De hecho, como veremos más adelante, cuando María, una jovencita, se pone en camino para ayudar a su anciana prima que se ha quedado embarazada, está haciendo algo que es normal para ella: acudir al lado de quien necesita su ayuda sin fijarse en los beneficios o perjuicios que esa acción pueda reportarle.
 
Pero la amistad, por hermosa que sea, tiene siempre dos caras. La amistad puede llegar a ser incluso negativa cuando se absolutiza, cuando el afecto al otro se pone en el primer lugar de la vida, por encima del afecto debido a Dios. Por eso, María como modelo de amistad es alguien que nos enseña a tener todas las cosas en su punto justo. Yo me imagino a la Virgen hablando con las amigas en la hermosa fuente que mana en la falda de la colina de Nazaret. Me la imagino jugando con las niñas de su edad y, hasta cierta edad, según la costumbre judía, también con los niños. Me la imagino consolando a una muchachita, compañera de juegos, por un disgusto con sus padres. En cambio, no me imagino a María desobedeciendo a Joaquín y a Ana, ni faltando a sus obligaciones para prolongar el tiempo de estancia en la calle; ni, mucho menos, dedicándose en aquella fuente a la que iría con frecuencia a buscar el agua para el hogar a criticar a unos y a otros. Y todo eso, como digo, por un motivo: María tenía en el primer lugar de su corazón a Dios. En ese mismo corazón cabían muchas cosas y muchas personas, pero el primer puesto estaba reservado para el amor de su vida, para el Señor. Y esa “reserva” era la que le servía para que todos los demás afectos y amores estuvieran bien ordenados, cada uno en su sitio, sin hacer daño a los demás a base de querer ocupar un puesto que no era el suyo.
 
¿Cómo imitar a María en su forma de concebir la amistad?. Yo aconsejaría tres cosas. Primero: tener amigos, muchos amigos. No hay que hacer caso de esos que opinan que Dios es celoso de los afectos humanos. Dios no tiene miedo a rivales y el problema no suele venir por amar mucho, sino más bien por amar poco o por amar mal. Por lo tanto, imitar a María en esta faceta de su vida nos debe llevar a ser una persona que sabe relacionarse con los demás y que sabe tener amigos, amigos en abundancia.
 
En segundo lugar, habría que practicar no una amistad cualquiera, sino una buena amistad. Me refiero a que no es amistad aquella que está teñida de cálculo, de interés. Eso puede ser otra cosa, legítima quizá, y debería llamarse “negocio” o “inversión”, pero no amistad. El amigo es alguien a quien se quiere por él mismo y no por lo que se vaya a sacar de él. Por eso, el segundo consejo consiste en convertirse en un buen amigo de nuestros amigos, en alguien en quien ellos pueden confiar, en alguien que no está a su lado sólo cuando hay negocio por medio.
 
Por último, la imitación a María nos llevaría al ejercicio de una prudencia que nos ayudara a darle a la amistad su puesto exacto, ni más ni menos. Si alguien está más con los amigos que con su mujer, su marido o sus hijos, entonces esa amistad, de por sí buena, se convierte en perjudicial. Si por estar con los amigos no se va al trabajo o no se estudia, entonces la amistad es dañina. En cambio, cuando se tiene a Dios en el primer lugar de la vida, todo ocupa su sitio. Hay tiempo para estar con los amigos y también con la familia. Hay tiempo para cumplir con los deberes profesionales y también para estar con alguien al que se aprecia.
 
En definitiva, en esto como en todo, María es nuestro modelo. Basta con decirle que nos enseñe a ser amigos de todos, de cuantos más mejor, pero que nos ayude sobre todo a tratar al Señor como al mejor amigo, como al primer amigo, como al más importante de los amores que ocupan un lugar en nuestro corazón.
 
Propósito: Agradecer a Dios que la Virgen María fue normal, que tuvo amigos y amigas, que jugó como una niña normal, porque también en la amistad, como entre los pucheros, está el Señor.
 
frmaria
Compartir este post
Repost0

Comentarios

Présentation

  • : Franciscanos de María, El Salvador
  • : La misión de los Franciscanos de María es vivir y difundir la espiritualidad del agradecimiento, ayudando a todos a comprender que ése es el corazón del Evangelio, aquello que Dios espera y tiene derecho a encontrar en el corazón del cristiano.
  • Contacto

Contactos

Telefono: (503) 2131-9333

 

Correo Electronicos:

 

Zona Paracentral: frmaria.esa.paracentral@gmail.com  y    frmaria.esa.paracentral2@gmail.com

 

Zona Occidental: frmaria.esa.occidente@gmail.com

 

Zona Oriental: frmaria.esa.oriente@gmail.com

 

Ministerio de Jovenes: jovenesfranciscanosdemaria@gmail.com

 

Coordinador General: Franciscanosdemaria@hotmail.com

 

 

 

El Muro de los agradecimientos

 EL MURO

El Santo Rosario online

santo rosario 02

15 min. con Jesús

15minjesussac